Human Rights Watch acusó el jueves a Israel de causar la muerte de miles de palestinos al restringir y atacar sistemáticamente el suministro de agua en Gaza, en una campaña que calificó como “actos de genocidio”.
El grupo de defensa de los derechos humanos fue el más reciente entre un número cada vez mayor de críticos que acusan a Israel de actos genocidas en su guerra en Gaza. Israel niega rotundamente las acusaciones y afirma que su guerra se dirige contra los milicianos de Hamas, no contra la población civil del enclave palestino.
En su reporte del jueves, HRW alegó que innumerables bebés, niños y adultos han muerto por desnutrición, deshidratación y enfermedades como resultado de las acciones de las autoridades israelíes durante más de un año de guerra para cortar deliberadamente el flujo de agua y electricidad a Gaza, destruir infraestructura y obstaculizar la distribución de suministros críticos.
Además, apuntó que el “patrón de conducta” descrito en su informe y las declaraciones de funcionarios israelíes “pueden indicar” una intención genocida, pero no se pronunció de forma definitiva. Según el derecho internacional, probar la intención es clave para concluir si se ha cometido genocidio.