Muchos dicen que el lomito es el mejor amigo del hombre y puede que tengan razón, pero también puede ser tu taquero de confianza.

En la CDMX un hombre estuvo cerca de morir ahogado con unos tacos al pastor, afortunadamente, el taquero sabía hacer la maniobra de Heimlich y le salvó la vida al comensal.

Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron el momento en el que el comensal empieza a ahogarse, generando angustia entre los presentes, aunque solamente lo observaban.

Sus acompañantes solamente le dieron unas palmadas en la espalda, afortunadamente llegó el taquero, el héroe de nuestra historia y lo salvó de una probable muerte.

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