Un ataque de Rusia con misiles destruyó parcialmente un hospital infantil en Kyiv este lunes, provocando que pacientes aterrorizados y sus familias huyeran para salvar sus vidas, mientras las autoridades temen que haya más personas atrapadas bajo los escombros.
Moscú lanzó un ataque aéreo diurno contra objetivos en ciudades de toda Ucrania durante la hora pico de la mañana, matando al menos a 37 personas e hiriendo a otras 170, de acuerdo con el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky. El bombardeo a gran escala alcanzó zonas de la capital, así como de Dnipro, Kryvyi Rih, Slavyansk y Kramatorsk.
Se trata del mayor centro médico infantil de Ucrania y ha sido vital para el cuidado de algunos de los niños más enfermos de todo el país. Según el defensor de los derechos humanos ucraniano, Dmytro Lubinets, en el hospital se realizan cada año unas 7.000 intervenciones quirúrgicas, incluidos tratamientos contra el cáncer y enfermedades hematológicas.
Los videos del lugar de los hechos mostraban a voluntarios trabajando con la policía y los servicios de seguridad para abrirse paso entre los escombros mientras salía humo del hospital, y al personal describiendo cómo intentaban poner a salvo a los niños tras el ataque. El ministro de Salud ucraniano, Viktor Liashko, declaró que las unidades de cuidados intensivos, oncología y cirugía habían sufrido daños.