Ejidatarios se sienten engañados por cambio de ubicación de la terminal que se construiría en Nicolas Bravo a cambio de ceder tierras para el proyecto. El posible cambio de estación del Tren Maya agrava las confrontaciones entre ejidatarios de Laguna Om, que ya pasan a ser problemas personales.
En noviembre del año pasado el Ejido Laguna Om aprobó la cesión de 120 hectáreas para la ruta del Tren Maya.
A cambio se construiría una estación a dos kilómetros de Nicolás Bravo, que les permitiría la generación de dividendos de manera inmediata, tras el inicio de operaciones del ferrocarril.
Sin embargo, el 9 de febrero se les notificó que por instrucción del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habría cambio de estación y ahora se construiría a cinco kilómetros de Kohunlich.
La inconformidad se dio entre la mayoría de los 486 ejidatarios, pues eso favorecería a un consorcio hotelero; y la asamblea informativa fue suspendida entre acusaciones de corrupción hacia el presidente del Comisariado Ejidal, Gualberto Caamal Ku, con autoridades de la Procuraduría Agraria (PA) y Fondo Nacional de Turismo (Fonatur).
Un grupo de habitantes de Laguna Om acudió a la Secretaría de Gobierno (SG) a solicitar formalmente su intervención, a fin de evitar actos de protesta extremos.
Porque el descontento de la mayoría de los comuneros ya anticipa medidas que pueden transgredir el orden y Ley.
El ejidatario Lorenzo Várguez exigió se atienda su petición y evitarles.
“Si no hay respuesta favorable acordamos la remoción de nuestras autoridades ejidales, segundo, tomaremos la comisaria Ejidal y tercero, vamos a llegar hasta la Presidencia de la República. Exigimos se respete el acuerdo de la Asamblea de que el paradero del Tren Maya quede en lugar que determinó la Asamblea”, advirtió.
La responsabilidad directa es hacia el presidente del Comisariado Ejidal de Laguna Om.
Las diferencias han pasado en algunos casos al ámbito personal y puede haber consecuencias que lamentar, sentenció.