Un grupo de repartidores de Uber Eats se juntaron para cercar un cuartel militar y exigir el pago de unos pollos rostizados
Los hechos sucedieron en Guanajuato cuando un repartidor acudió a entregar el pedido de pollos, un soldado recogió el pedido, dijo que no tenía cambio y nunca regresó, por lo que el trabajador se vió en la necesidad de pedirle a sus colegas que lo apoyaran.
En cuestión de minutos, el cuartel se vio rodeado por los repartidores que estuvieron tocando la puerta durante horas, pero al final no obtuvieron respuesta.
Debido a ello los repartidores pidieron ayuda a los medios de comunicación para exhibir a los militares que no pagaron el pedido.
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