El presidente estadounidense, Donald Trump, no se ha comprometido a desplegar tropas estadounidenses en Gaza como parte de su propuesta para que Estados Unidos tome el control de la Franja y reubique de forma permanente a los palestinos gazatíes en otros países, según informó este miércoles la Casa Blanca.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó a los periodistas que el presidente considera que Estados Unidos debe participar en la reconstrucción de Gaza “para garantizar la estabilidad en la región”.
Leavitt dijo que el líder republicano quería que los palestinos sólo fueran “reubicados temporalmente” fuera de Gaza en lugar de ser reasentados permanentemente en Estados de mayoría árabe como Egipto.
“Al presidente le ha quedado muy claro que Estados Unidos debe participar en este esfuerzo de reconstrucción para garantizar la estabilidad en la región para todos. Pero eso no significa que haya tropas sobre el terreno en Gaza. No significa que los contribuyentes estadounidenses vayan a financiar este esfuerzo”, dijo Leavitt. “Significa que Donald Trump, que es el mejor negociador del planeta, va a llegar a un acuerdo con nuestros socios en una región”.
Preguntada sobre si la Casa Blanca descarta el envío de tropas estadounidenses al enclave palestino, Leavitt respondió: “Lo que digo es que el presidente aún no se ha comprometido con esa opción. No ha tomado esa decisión”.
Países de Oriente Medio, aliados occidentales de Estados Unidos, la ONU, y los palestinos rechazaron tajantemente este miércoles la idea de Trump.
Hamas, que gobierna territorio palestino desde 2007, rechazó la propuesta y un portavoz del movimiento, Abdel Latif al Qanu, la calificó de “racista (…) alineada con la extrema derecha israelí”.
El movimiento palestino calificó la propuesta como “agresiva” y afirmó que “no servirá a la estabilidad en la región y solo echará más leña al fuego”.
Para los palestinos, cualquier intento de obligarlos a salir de Gaza evoca el trauma de la Nakba (“catástrofe” en árabe), el desplazamiento masivo y la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus hogares tras la creación del Estado de Israel en 1948.