Estados Unidos. – Valentina Orellana Peralta, de 14 años, estaba comprando ropa con su mamá en una tienda en North Hollywood, en California, cuando un policía de Los Ángeles le disparó a un sospechoso.

Una bala atravesó la pared y provocó la muerte de la menor, en un incidente que ocurrió la última semana de diciembre pasado.

Según especialistas, los homicidios a manos de policías se mantienen en la Unión Americana.

Este año 21 policías fueron acusados de asesinato u homicidio involuntario por un tiroteo en servicio, aseguró el profesor Phil Stinson, de la Universidad Estatal Bowling Green.

Se trata de un aumento con respecto a los 16 agentes acusados en 2020, consignó el diario El País.

De acuerdo con la organización de vigilancia Mapping Data Violence, en 2021, mil 117 personas murieron asesinadas por algún elemento de seguridad.

Sin embargo, la tasa de arrestos no supera 2%, según el diario.

Además, durante el año pasado, sólo hubo 15 días en los que la policía no mató a nadie.

A esto se suman las diferencias en las estadísticas en cuanto a raza.

La población afroamericana de Estados Unidos tiene 27% más de probabilidad de ser asesinada por la policía.

Esto a pesar de que representa sólo 13% de la población de ese país.

En 47 de las 50 ciudades más grandes de la Unión Americana, se registraron homicidios de población afroamericana.

Las urbes con más homicidios fueron Chicago y Boston en un recuento realizado de 2013 a 2021.

Ahora, la familia de Valentina exigió justicia.

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Nos sentamos en un asiento, abrazadas, rezando, cuando algo impactó a mi hija, Valentina, y nos lanzó al piso’’, relató su madre, Soledad Peralta.

Y murió en mis brazos. No pude hacer nada, agregó en conferencia, de acuerdo con la cadena Univision.

Con información de: exelsior