La intentona golpista ocurrida este miércoles en Bolivia fue desactivada esta tarde luego de que el presidente Luis Arce cambió al alto mando militar y de que el nuevo comandante del Ejército, general José Wilson Sánchez, llamó a los sublevados que asediaban la sede de gobierno a retornar a los cuarteles.

En un acto realizado en la Casa Grande, sede del Ejecutivo, mientras tanquetas y unidades de combate desarrollaban en las afueras la intentona golpista, Arce juramentó como nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas a Sánchez, al general de la Fuerza Aérea Gerardo Zavala y al vicealmirante de la Armada, Wilson Guardia.

El presidente relevó del cargo al general golpista Andrés Zúñiga, que hasta ese momento se desempeñaba como comandante del Ejército y quien encabezaba a decenas de militares golpistas en la Plaza Murillo, frente a la Casa Grande.

Al asumir el mando, el general Sánchez ordenó a todo el personal militar que se encuentra movilizado en las calles retornar a sus unidades, lo cual ocurrió ya que los vehículos de combate, tanquetas y comandos armados se comenzaron a retirar de la sede de gobierno y de la plaza principal.

Sánchez también llamó al sublevado general Zúñiga que evite el derramamiento de sangre de los soldados a su mando.

(Con información de Proceso)

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