El sector empresarial se unió a las voces de los grupos ambientalistas para que de nueva cuenta se cambie el trazo del Tren Maya. En Playa del Carmen partirá la selva en dos, pues ahora pasará por donde hay animales silvestres, cenotes, mantos acuíferos y arbolado diverso.
El nuevo trazo del Tren Maya pasará en la periferia de Playa del Carmen, a siete kilómetros de la costa, aproximadamente. Eso afectaría gravemente la red de acuíferos, así como la flora y fauna de la selva virgen que se encuentra entre esta ciudad y Tulum.
Así lo informó Otto von Bertrab, presidente de la Comisión de Ecología de Coparmex Riviera Maya.
El especialista detalló que serían cientos de acuíferos afectados con el nuevo trazo, por lo que instó al gobierno federal a replantear la decisión. Dijo que hay espacios en la carretera federal donde se puede colocar infraestructura. Pero para eso deben esquivar zonas de ríos subterráneos, a fin de reducir los impactos en las reservas naturales.
«No sé si Fonatur no se dio cuenta, no sabe o no le importó. Pero el efecto de hacer el Tren Maya por ahí afectaría, primero, porque provocaría una deforestación muy grande», apuntó.
Dicha obra ferroviaria provocaría una fragmentación importante del hábitat del jaguar y el puma, así como otras especies protegidas de la región.
Esto lo advirtieron los ambientalistas desde la semana pasada, cuando se anunció que el nuevo trazo impactaría a la selva.
Si el primer trazo que era por la carretera federal afectaría al tránsito vehicular, y con ello al turismo, el nuevo quebraría el equilibrio ecológico. Esa es la conclusión a la que llegaron ambientalistas y empresarios.