Desde septiembre de 2022 el ayuntamiento de Othón P. Blanco dejó de recibir en el basurero municipal llantas usadas y los camiones recolectores de basura las rechazan de los talleres especializados y de la basura doméstica cuando se encuentran alguna de ellas.

Esto ha ocasionado que la población busque deshacerse de ellas de manera clandestina, por lo que lotes baldíos y áreas verdes de la capital se han convertido en basureros clandestinos y cementerios de este tipo de basura.

En las llanteras y talacheras de esta ciudad también se observa el acumulamiento significativo que se convierte en criaderos de mosco, entre otras problemáticas.

El regidor de ecología en el municipio capitalino, Santiago Aja Baca, reconoció que el problema es bastante grave por la contaminación que provoca y  la mala imagen para la ciudad

También dijo desconocer de donde salió la disposición de no recoger o recibir las llantas, pero consideró que la medida no es mala si se toma en cuenta la saturación del basurero de Chetumal, que no está para recibir esa cantidad ni tipo de desechos.

De acuerdo con la información es la Secretaría de Medio Ambiente del Estado (SEMA) desde donde se emitió una restricción para continuar recibiendo llantas en el basurero de Chetumal, aunque tampoco abrió alguna alternativa para ese tipo de desechos.