La historia de Silvia Salsamendi, de 59 años de edad, se ha vuelto viral en internet. Luego de que se enamorara del amigo de su hija que es 19 años menor que ella y fuera correspondida.
La historia de amor de esta mujer, prácticamente, ha demostrado que “para el amor, no hay edad”. Pero no todo en su vida ha sido como un cuento de hadas, pues su relación con los hombres se había quebrantado desde su infancia, con su padre.
Por esta razón, su hija Brenda decidió no interferir en el romance que surgió entre uno de sus mejores amigos y su mamá. Ya que, ambos se notaron muy atraídos desde el primer momento en el que se vieron en 2003, cuando Pablo tenía 19 y su mamá 43.
Según las propias palabras de Silvia a un medio argentino, su país natal, se enamoró de Pablo pese a que era 19 años menor que ella, debido a que siempre mostró madurez emocional y mental. Por lo que, contrajeron matrimonio en 2010, cuando él tenía 28 y ella 47.
Si bien, al inicio su acercamiento se dio porque Pablo le solicitó una asesoría para conseguir un trabajo profesional, la pareja continuó frecuentando se y enviando mensajes porque sintieron una fuerte conexión.
Amor sin edad
Silvia se enamoró del papá de su hija Brenda a muy temprana edad y tuvo que luchar contra su estricto padre exmilitar para que la dejara mantener su noviazgo. Incluso, tuvo que fingir estar embarazada para que no la separaran de su primer amor.
Fue así cómo contrajo matrimonio con él y tuvieron dos hijos, pero pronto su relación se desgastó por los celos de su marido. Una vez divorciada, Silvia se planteó nunca más abrir su corazón de nuevo, pero todo cambió cuando llegó a su vida Pablo.
Incluso, la mujer de 59 años de edad afirmó que Pablo vino a reparar todas las malas relaciones con los hombres de su pasado, iniciando con la de su padre, quien la golpeaba y maltrataba por ser machista.
Ahora, la mujer originaria de Argentina se ha vuelto viral en redes sociales tras anunciar que tiene una relación estable con un hombre 19 años menor que ella con el que ya tiene más de 12 años de estabilidad emocional.
(Con información de Plumas Atómicas)