Después de la salida de Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos, la relación entre el coloso de América y nuestro país ha sido cordial pero fría.
Han sido diversas acciones que muchos han llegado a considerar como provocación por parte del presidente AMLO, sin embargo, no ha habido ningún roce oficial.
Tras el decreto emitido por el presidente López Obrador, donde se prohíbe la importación de maíz transgénico para consumo humano, el gobierno de Biden ha reaccionado.
Tom Vilsack, secretario de Agricultura de Estados Unidos, dijo que el gobierno estadounidense se encuentra “decepcionado” por esta situación.
México es el segundo mercado de exportación más grande de EEUU, por lo que este decreto ha saltado las alarmas en la administración Biden.
Los funcionarios del presidente norteamericano han anunciado que las restricciones no están basadas en argumentos científicos, además de que sería violatorio al USMCA, que sustituyó al TLCAN.
Vilsack dijo en su declaración que la administración está “revisando cuidadosamente los detalles del nuevo decreto” y tiene la intención de “garantizar que nuestro compromiso basado en la ciencia y las reglas se mantenga firme”.
La Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz, un grupo comercial estadounidense, criticó el nuevo decreto. La administración de Biden “ha sido más que paciente con México” y tolerar las restricciones a la importación de maíz estadounidense “hace del T-MEC una letra muerta”.
(Con información de El Financiero)