En el cierre de su campaña, Diego Castañón, candidato de Morena a la presidencia municipal de Tulum, se encuentra en una situación crítica. Numerosos ciudadanos que inicialmente formaban parte de su equipo han decidido retirarse, acusando a los líderes del proyecto de buscar beneficios personales en lugar de trabajar por la comunidad.
Las alianzas que Castañón había formado, como con el grupo MDC (Marciano Dzul Caamal) y seguidores de Víctor Más, se han desmoronado. Los exsimpatizantes han optado por apoyar a Jorge Portilla, candidato de Movimiento Ciudadano, a quien consideran honesto y con auténtico arraigo en Tulum.
Las acusaciones de nepotismo y corrupción han erosionado aún más la campaña de Castañón. Figuras como Romualda Dzul, conocida como Romi, y los hermanos Miranda, han sido señalados por intentar aprovecharse del movimiento para beneficio personal, lo que ha generado descontento entre los activistas. La estrategia de los hermanos Miranda para consolidar el poder y eliminar la competencia dentro de la estructura política de Castañón ha fracasado, ya que muchos activistas se han dado cuenta de las intenciones de Romi y han decidido distanciarse.
El descontento ha llevado a muchos antiguos partidarios a considerar un «voto de castigo» contra Castañón, favoreciendo a Jorge Portilla, a quien ven como un candidato más genuino y comprometido con Tulum. La campaña de Castañón, que ya enfrentaba retos, ahora parece estar en su peor momento debido a la pérdida de apoyo local y las críticas sobre su falta de arraigo en la comunidad.