Más de 400 presuntos miembros de una secta cristiana del sur de Kenia fueron persuadidos para ayunar hasta morir y así encontrarse con Jesucristo.
Según recogen medios locales, la comisionada regional de policía de la Costa keniana, Rhoda Onyancha, confirmó este lunes que el número de muertos se sitúa ya en 403, mientras los rescatados con vida se mantienen en 95.
Asimismo, 613 personas han sido reportadas como desaparecidas hasta el momento y se han recogido cerca de 260 muestras de ADN de posibles familiares para averiguar la identidad de los muertos.
Casi todos los cadáveres de la llamada “masacre de Shakahola” han sido exhumados en ese bosque, de más de 320 hectáreas.
Las autopsias evidenciaron que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de menores, tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.
En este sentido, las primeras investigaciones de la Policía apuntan a que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo.
Al menos 37 sospechosos han sido detenidos hasta el momento por estos hechos, que han conmocionado al país, y más de veinte permanecen en custodia policial, incluyendo el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie.
(Con información de Aristegui Noticias)