La frontera sur de México, límite con Guatemala, se encuentra sin reforzamiento de seguridad y permite la entrada de miles de migrantes que se internan al río Suchiate, división política entre ambos países.
Los migrantes que llegan provenientes de Centro y Suramérica, cruzan de manera irregular por balsas hechas con llantas de tractor y madera.
Estos medios de transporte son elaborados por personas que se dedican a cruzar mercancía y trasladar a migrantes al sur de México, en Tapachul.
Jorge Matalí, es un migrante que cruzó el río que divide ambas fronteras junto a su hija, su esposa y un grupo de unos 10 migrantes venezolanos.
Este grupo manifestó agotamiento por tanto caminar, las altas temperaturas y acusó que durante su camino la Policía mexicana los dejó sin dinero.
“El propósito es poder llegar a los Estados Unidos, con las familias”, dijo Matalí.
Agregó que los migrantes solo piden llegar bien a la frontera norte de México para poder cruzar a EE.UU. Que no los roben en el camino y “que las autoridades mexicanas nos ayuden con los permisos”.
Este migrante suramericano, sostuvo que su idea es poder pedir asilo en EE.UU. de manera legal y poder sostener a sus familias.
Remarcó que en Venezuela ganan unos 5 dólares mensuales, que no les alcanzan para sostenerse como familia.
(Con información de EFE)