La intensificación del uso de computadoras, tablets y celulares a lo largo de este año ha sido uno de los principales motivos por los que la capa de ozono se abre.

De acuerdo a Gabriela Jiménez Casas, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, tener largas sesiones en el los equipos electrónicos para ver películas y series o clases y reuniones de Zoom, generan una fuerte cantidad de dióxido de carbono.

“La producción individual de nosotros de dióxido de carbono se ha incrementado. Está muy bien documentado que los medios electrónicos, un mensaje de WhatsApp o un correo electrónico generan CO2 y entre más pesado sea, entre más destinatarios esté dirigido, más se produce contaminante”, aseguró.

Recientemente la publicación científica Elsevier, dio a conocer un estudio en el que se explica que hacer una videoconferencia emite hasta 1.000 gramos de CO2, poco más del 10% del dióxido que produce un galón de gasolina quemado en un motor automotriz que emite 9.000 gramos.

Cada segundo se produce en Google más de 60.000 búsquedas y cada una de esas búsquedas genera 0,2 gramos de CO2.

Zoom y Cisco han revelado que un correo electrónico promedio genera unos 50 gramos de dióxido de carbono, y en el mundo se generan entre 25 mil y 35 mil toneladas de ese compuesto por los correos electrónicos.
Con la llegada de la pandemia y la pausa que hubo en todo el mundo, el agujero de la capa de ozono de la Antártida se cerró en enero de 2021 luego de haber alcanzado unos 24.8 millones de kilómetros cuadrados cuatro meses antes, pero su proceso (que es cíclico) de apertura ha vuelto a reiniciar, y el uso de los electrónicos, entre otros factores, colabora para que eso suceda.

La ausencia de la capa de ozono se encuentra relacionada, principalmente, con problemas dermatológicos, el riesgo de cáncer de piel, quemaduras y otras enfermedades también en plantas y animales. No obstante, al mismo tiempo, sin capa de ozono no habría vida.