A sus 94 años, murió “el hombre más sucio del mundo”. Nos referimos a Amou Haji, un iraní que no se bañó en casi 70 años. De acuerdo con información de agencias como Noticias Irna, falleció el pasado domingo en el pueblo de Dejgah, en la provincia de Fars, al sur de Irán.

Su historia se hizo muy popular en la región porque aseguraba que no se quería bañar por miedo a “enfermarse”,  y esto lo podría llevar a perder la vida. Sin embargo, vivió más que el promedio de los hombres en el país que suelen morir a los 77 años, según indica la propia agencia.

La vida de Amou

Amou vivía en una choza y siempre estaba cubierto de hollín, pero lo que más llamaba la atención, es que científicos le hicieron estudios y siempre gozó de buena salud a pesar de comer animales muertos que encontraba en las calles del pueblo.

Medios como biobiochile indican que hace ocho años, el médico Gholamreza Molavi de la Escuela de Salud Pública de Teherán, le hizo pruebas de enfermedades como ETS, hepatitis, SIDA y también de parásitos, pero a ninguna de estas resultó positivo, por el contrario, su cuerpo no tenía bacterias que pudiesen perjudicar su salud.

Su historia atrajo más miradas luego que se publicara el documental “La extraña vida de Amou Haji” en 2013, de ahí es que se supo que le gustaba fumar en una pipa, pero lo hacía de una manera muy poco ortodoxa.

Amaou era una de las tantas personas que se encuentran en situación de pobreza en Irán, según datos de la Comisión Económica del Parlamento, el 80% de sus ciudadanos vive en extrema pobreza, y vagan por las calles de las grandes ciudades en busca de alimento, tal como lo hacía “el hombre más sucio del mundo”.

(Con información de Plumas Atómicas)

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